Alemania se Rearma Ante la Amenaza Rusa y Levanta Restricciones para Ucrania

Alemania vive una transformación histórica en su postura de defensa. En medio de crecientes tensiones con Rusia y ataques masivos contra Ucrania, Berlín no solo acelera su rearme, sino que también cambia radicalmente su política respecto al uso de armas occidentales por parte de Kyiv. La señal es clara: Alemania y sus aliados se preparan para un escenario de guerra más directo.

Rearme total para 2029: La Bundeswehr se moderniza

Desde principios de este año, el gobierno alemán ha iniciado una ambiciosa estrategia de rearme. El jefe de la Defensa, el general Carsten Breuer, ha emitido una directiva que exige modernizar completamente a la Bundeswehr —el ejército alemán— para 2029. El objetivo: estar preparados ante una posible agresión rusa contra territorio de la OTAN, algo que se considera factible dentro de los próximos cuatro años.

Las reformas incluyen:

  • Aumento significativo de las reservas de munición.
  • Expansión de capacidades de guerra electrónica.
  • Desarrollo de capacidades ofensivas y defensivas en el espacio.
  • Mejora en la capacidad de ataque de precisión a más de 500 km tras líneas enemigas.
  • Refuerzo de los sistemas de defensa aérea, desde los Patriot de largo alcance hasta plataformas de corto alcance.

El inspector del ejército, Alfons Mais, advirtió que Rusia está reconstruyendo rápidamente su capacidad militar, y podría estar lista para una ofensiva convencional a gran escala contra la OTAN antes de 2029.

El nuevo canciller alemán, Friedrich Merz, ha hecho del rearme una prioridad nacional, prometiendo convertir la Bundeswehr en el ejército más poderoso de Europa. Para ello, ha impulsado reformas presupuestarias que permiten excluir parte del gasto militar del llamado “freno de la deuda”, norma que restringe el gasto público en Alemania.

Cambio de paradigma: Ucrania ya puede atacar dentro de Rusia

En paralelo a la militarización interna, Alemania ha dado un paso sin precedentes en su apoyo a Ucrania. Tras una ola devastadora de ataques aéreos rusos durante el fin de semana, el gobierno de Merz anunció este lunes que levanta las restricciones que impedían a Kyiv usar misiles de largo alcance contra territorio ruso.

“Ya no hay restricciones de alcance para las armas suministradas a Ucrania”, declaró Merz en un foro europeo celebrado en Berlín. “Ni de los británicos, ni de los franceses, ni de nosotros. Ni de los estadounidenses”.

Este giro en la política occidental permite a Ucrania atacar posiciones militares en suelo ruso con armas suministradas por sus aliados. Aunque Merz no especificó si Alemania entregará sus misiles Taurus, de los más avanzados del continente, el cambio de postura marca una ruptura total con la política más prudente del anterior canciller, Olaf Scholz.

Estados Unidos ya había levantado sus propias restricciones en noviembre de 2024, permitiendo el uso de misiles ATACMS dentro de Rusia. Aun así, el paso de Alemania, uno de los pilares de la OTAN en Europa, añade una dimensión nueva al conflicto.

Riesgo de escalada: Rusia amenaza con represalias

Como era de esperar, Moscú ha respondido con amenazas. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, calificó la decisión como “peligrosa” y advirtió que socava los esfuerzos diplomáticos. El propio presidente Vladímir Putin ha insinuado que respondería a un ataque en territorio ruso con medidas severas, incluso contemplando el uso de armas nucleares si se considera que la ofensiva proviene de una coalición liderada por potencias nucleares.

El tablero geopolítico se recalibra

El conflicto en Ucrania entra así en una fase aún más delicada. Mientras el presidente Zelensky se prepara para visitar Berlín esta semana, busca galvanizar a sus aliados para redoblar la presión sobre Moscú. “Sin una presión realmente fuerte sobre el liderazgo ruso, no se podrá detener esta brutalidad”, declaró el domingo.

En Estados Unidos, el presidente Donald Trump —quien ha criticado abiertamente a Putin y a Zelensky en los últimos días— se ve presionado por su propio partido para endurecer su postura y autorizar nuevas sanciones.

Conclusión: ¿Hacia una guerra más amplia?

Alemania ha pasado de la contención a la acción. Su rearme acelerado y el levantamiento de restricciones a Ucrania reflejan una profunda desconfianza en la posibilidad de una resolución pacífica mientras Rusia continúe avanzando en Ucrania. Lo que empezó como una guerra limitada podría convertirse en una confrontación más amplia entre bloques militares. Y Berlín se prepara, por primera vez en décadas, para un escenario de guerra directa en Europa.

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